Llega una señora al confesionario y conversa con el cura párroco:
- Padre, tengo un problema!
- Dime, ¿Cuál es tu problema, hija?
- Fíjese padre que tengo dos loritas, muy bonitas, pero que lo único que saben decir es: "Hola somos prostitutas, ¿Quieres divertirte un rato?"
El cura Le contesta:
- Eso está muy mal hija, pero le propongo algo. Yo tengo tres pericos a los que he enseñado a leer la Biblia y a rezar; tráigame sus loritas, las ponemos en la misma jaula con mis pericos y ellos les enseñarán a rezar y leer la Biblia, y así se les quitará lo mal habladas.
Al llegar con las loritas ve que los pericos del Padre están en su jaula concentrados rezando el rosario.
Meten a las loritas a la jaula y fieles a su costumbre estas dicen:
- "Hola somos prostitutas. ¿Quieres divertirte un rato?"
Y contesta uno de los pericos:
- Hermanos, guarden los rosarios y cierren la Biblia...nuestras oraciones han sido escuchadas.
¡¡LLEGARON LAS PUTAS !!
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