miércoles, 18 de agosto de 2010

El perro, la pantera y el mono.

Un tío va con su perro de safari por África. En un momento dado, el perro sale correteando tras unas mariposas, se aleja del grupo, se extravía y comienza a vagar solo por la selva.
De pronto, ve que a lo lejos viene una pantera enorme a toda carrera, y piensa rápido qué hacer. Viendo un montón de huesos de un animal muerto, empieza a mordisquearlos. Cuando la pantera está a punto de atacar, el perro dice:
¡Ah!, ¡¡qué rica pantera me acabo de comer!!
Al escuchar eso, la pantera frena en seco, gira y sale despavorida pensando:
¡Quién sabe qué animal será ese, no me vaya a comer a mí también!.
Pero un mono, que estaba en un árbol cercano y que había visto la escena, sale corriendo tras la pantera para contarle cómo la engañó el perro:
¡Mira que eres estúpida! “Esos huesos ya estaban ahí, además es un simple perro.”
Entonces la pantera le dice al mono: "¡Súbete a mi espalda, vamos donde ese perro a ver ahora quién se come a quién!"
El perro, que se había dado cuenta de la putada que le había hecho el mono, ve venir de nuevo a la pantera:
¿Y ahora qué hago?, piensa. Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda como si no les hubiera visto, y en cuanto la pantera está a punto de atacar de nuevo, el perro dice:
"¡Este mono hijo de puta!, hace como media hora que le mandé a traerme otra pantera y todavía no aparece!"

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