viernes, 17 de febrero de 2012

Sexoterapia

Una mujer llegó a su casa y le dijo al marido:
- ¿Te acuerdas de esas jaquecas que me daban cada vez que íbamos a hacer el amor? Ya mejoré!!!
- Cómo, ¿ya no tienes más dolor de cabeza!!!? el marido le preguntó.
La esposa le respondió:
- Mi amiga Mary me indicó un terapeuta que me hipnotizó. El médico me pidió que me parase frente a un espejo y repitiera para mí misma:
No tengo más dolor de cabeza, No tengo más dolor de cabeza, No tengo más dolor de cabeza, No tengo más dolor de cabeza
Bueno hice eso, y mi dolor de cabeza desapareció.
El marido todo maravillado le respondió:
- ¡¡¡Qué maravilla!!! ¡Esto es fabuloso!.
La esposa aprovechó la oportunidad y le dijo:
- Mi amor como últimamente no tienes mucho interés en tener sexo, ¿por qué no visitas a este médico?, tal vez te pueda curar, y tengas ganas nuevamente.
El marido le hizo caso y pidió una hora donde este médico fabuloso. Después de unos días de terapia quería tener una noche ardiente con su esposa. Comenzó a sacarse la ropa y arrastró a su esposa a la cama. La acostó y le dijo:
- ¡No te muevas que ya vuelvo!
Fue al baño y cuando volvió, saltó sobre la cama e hizo el amor con su esposa de una forma muy ardiente, como nunca antes lo había hecho con ella. La esposa toda asombrada le dijo:
- ¡¡Ay mi amor, fue maravilloso!!
El marido nuevamente le dijo:
- ¡No te muevas que ya vuelvo!
Fue al baño, y la segunda vez fue mejor que la primera. La mujer no quería más, estaba en éxtasis con esa maravillosa experiencia.
El marido le dijo nuevamente:
- ¡No te muevas que ya vuelvo!
Fue al baño, pero esta vez la mujer lo siguió sin que él se diera cuenta.
El marido estaba frente al espejo y repetía para sí mismo:
No es mi esposa..., No es mi esposa..., No es mi esposa..., No es mi esposa.
Nota: El velatorio del esposo será mañana a las 10 en la capilla de los Jardines del Recuerdo

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